Los cambios de humor son algo normal y dependen de las circunstancias.
El estado de ánimo varía en función de cómo nos tomamos las situaciones que nos toca vivir, del significado que les atribuimos y de cómo evaluamos nuestra propia actuación al enfrentarnos a ellas.
El humor puede oscilar entre el extremo de la alegría o el entusiasmo y el de la tristeza y angustia.
Las alteraciones del humor son normales como parte del proceso de adaptación a las circunstancias. Ante cualquier cambio imprevisto, unos pueden reaccionar de entrada, con tristeza, otros con rabia o, cuando lo que ocurre es positivo, con una alegría desmedida.
Si el estado de ánimo no cambiase nunca, a pesar de las influencias externas, se consideraría un síntoma de patología. El equilibrio no consiste en dejar de sentir alegría o tristeza; la capacidad afectiva no debe bloquearse porque permite aprender y porque actúa, muchas veces, como señal de alarma frente a las dificultades o peligros.
De lo que se trata es de no dejarse llevar sin control de un polo a otro del estado de ánimo.
¿Cómo podemos manejar los cambios de humor?
1) Cuando analices lo que te sucede, aprende a distinguir los pensamientos realistas de los que no son más que una expresión de miedos más profundos.
2) Mantén una actitud de aprendizaje constante. Piensa que cada circunstancia, ya sea adversa o agradable, puede enseñarte algo.
No temas a las emociones; solo te enriquecerán si las percibes y las aceptas.
3) Trata de identificarte menos con las cosas externas. Tu eres algo más que aquello que te sucede, que las cosas materiales que posees o el trabajo que desempeñas.
4) Aprende a aceptar el cambio como parte de la experiencia humana. El equilibrio se alcanza cuando uno logra fluir con las oscilaciones, sin identificarse con ellas y sabiendo que nada es permanente.
Begoña Odriozola (psicóloga) en Cuerpo y Mente
Para finalizar te dejo con un vídeo motivacional: