Cuando la gente piensa acerca de las adicciones, asocian la palabra adicción a sustancias como el alcohol, el tabaco y otras drogas. Pero en los últimos años, los científicos han pasado más tiempo estudiando lo que se conoce como las adicciones conductuales o un abrumador deseo de participar en un comportamiento o acción en particular. Las adicciones a diversas sustancias y estas adicciones conductuales comparten aspectos como la falta de control sobre las propias acciones, comportamientos compulsivos u obsesivos y seguir con esos comportamientos a pesar de las consecuencias negativas.
Algunas de estas adicciones conductuales son difíciles de identificar y tratar al pasar desapercibidas. Vamos a ver 10 adicciones que tal vez no sepas que existen:
10) Adicción al trabajo.
«Workaholic» es un término inglés para denominar la adicción que tienen algunas personas al trabajo. Los adictos al trabajo encuentran razones para trabajar aunque no sea necesario. Sus mentes están constantemente pensando en el trabajo y cosas relacionadas con él.
La adicción al trabajo es un trastorno compulsivo, por lo que un adicto ni siquiera necesariamente tiene por que gustarle su trabajo. Es un tema emocional, por lo que no se trata sólo de la cantidad de horas de trabajo, sino de tu estado de ánimo y los procesos químicos que ocurren en tu cerebro cuando estás trabajando.
Como cualquier adicción, una adicción al trabajo puede afectar negativamente a otras áreas de tu vida, como las relaciones con familiares y amigos, e incluso la salud física.
Un problema con la adicción al trabajo es que otras personas (jefes, compañeros de trabajo o miembros de la familia) a veces refuerzan el comportamiento e incluso premian a los adictos al trabajo por ser tan responsables. La sociedad valora mucho el trabajo, tanto es así que puede ser difícil darse cuenta cuando una persona se ha convertido en adicto.
9) Adicción a Internet.
La preocupación de algunas personas con estar en la Web ha pasado de la manía a la adicción. Y no creo que sea difícil de creer teniendo en cuenta el tiempo que la mayoría de nosotros pasamos frente a nuestras computadoras en estos días.
En nuestro trabajo, vida social y privada estamos cada vez más orientados a la tecnología y algunos de nosotros no sabemos cuándo desconectar. De acuerdo con The Center for Internet Addiction Recovery (el Centro para la Recuperación de la Adicción a Internet), entre el 5 y el 10% de las personas son adictas al uso de Internet hoy en día. Estos porcentajes suelen ser más altos entre los estudiantes universitarios (hasta el 15%).
Síntomas:
1) Interfiere con su vida normal.
2) Irritabilidad o depresión cuando no pueden conectarse.
Según estudio, un adicto a Internet pasa un promedio de 38 horas semanales online.
8) Cafeína.
¿Cuando dejas de tomar café te sientes irritable o tienes dolor de cabeza? Esto es producto de la retirada de cafeína en tu cuerpo. La cafeína también aumenta la producción de dopamina, que activa los centros de placer del cerebro.
7) Televisión.
¿A veces piensas que pasas mucho tiempo viendo la televisión? Tranquila. Solo el 12,5% de las personas que creían ser adictas a la televisión tenían realmente un problema de adicción.
Algunos tipos de adicciones se desarrollan como una especie de automedicación. En otras palabras, se usan como una forma de lidiar con la negatividad o emociones entumecidas como la tristeza, la soledad o el estrés. A veces simplemente te hacen sentir relajado. Un ejemplo de este efecto es la televisión. Los estudios demuestran que la gente se siente más relajada y en paz mientras ve la televisión.
El problema es que confiar en algo parecido a la televisión para eliminar el estrés puede convertirse en un comportamiento adictivo. Además, contra más tiempo consumas, menos satisfacción obtendrás. Por eso, por ejemplo, la quinta hora de ver la televisión es menos satisfactoria que la primera.
6) Amor.
Estar enamorado crea sentimientos de emoción y apego. Los adictos se muestran excesivamente preocupados y hasta obsesionados con esos sentimientos. Estas personas tienden a sentir que no pueden vivir sin la otra persona y que su pareja es su única fuente de felicidad.
Cuando estás enamorado, el cuerpo libera un grupo de sustancias químicas que te hacen sentir enérgico, feliz y motivado. Aumentan los niveles de oxitocina y dopamina. Algunas personas que son «adictas al amor» continuamente buscan nuevos «amores» para reproducir esos sentimientos de euforia y relajación.
5) La negatividad.
Son aquellas personas que siempre parecen encontrar un aspecto negativo en cualquier cosa. Resulta que algunas personas pueden convertirse en adictos a la negatividad y la duda.
Su perspectiva de futuro es siempre sombría. Encuentran fallos en la mayoría de las cosas y nunca parecen estar satisfechos. Los adictos a la negatividad en realidad podrían buscar situaciones negativas y críticas.
¿Cómo surge esta adicción? Nuestros cerebros realmente reaccionan más fuertemente a los estímulos negativos que a los positivos por lo que los pensamientos y sentimientos negativos son más estimulantes que los positivas. Algunas personas se vuelven adictas al aumento de la actividad cerebral.
4) El ejercicio.
Para algunos, la necesidad de romper a sudar y trabajar el cuerpo puede convertirse en una peligrosa adicción. Algunas personas que son adictas al ejercicio en realidad experimentan síntomas de abstinencia cuando no han hecho ejercido durante un día o más. Estos síntomas incluyen irritabilidad, ansiedad e incluso culpa por no ir al gimnasio. Por lo general, estos síntomas aparecen cuando la persona se lesiona o no puede ejercer por alguna razón que no se puede controlar.
3) Pellizcar la piel.
Apretarse una espinilla parece inofensivo, ¿no? Bueno, no siempre. Pellizcarse la piel se puede convertir en una patología ocasionando sangrados. Algunos adictos utilizan sus uñas y otros incluso utilizan instrumentos como pinzas. Algunas personas pueden pasar hasta 12 horas al día pellizcándose. El trastorno no es específico de un área particular del cuerpo.
Para muchos de los afligidos, es un tic nervioso que aparece con más frecuencia en situaciones de estrés y que incluso podría ser un comportamiento subconsciente. La mayoría de adictos tienden a ser mujeres. Al igual que el ejercicio, esta adicción se asocia a veces con el trastorno dismórfico corporal.
2) Compras.
Resulta que la adicción a las compras es una cosa real y afecta a aproximadamente a 1 de cada 20 personas. Algunas adictas a las compras salen a las tiendas a calmar las emociones negativas, como la tristeza y la depresión.
Pero, ¿cómo saber si tu hábito de compras se ha salido de control? Uno de los signos más evidentes es que estás gastando continuamente más allá de tu presupuesto. Los compradores compulsivos pueden tener un límite de gasto en mente, pero no tienen la fuerza de voluntad para mantenerse en él. Y sucede una y otra vez, no sólo una vez o dos veces. Los adictos a las compras también suelen convencerse de que realmente necesitan lo que están comprando.
1) Adicto a aquello que eres alérgico.
Es un fenómeno extraño y funciona igual que la mayoría de las otras adicciones.
Cuando tienes una reacción alérgica a un alimento, el cuerpo libera un montón de endorfinas para levantar el estado de ánimo y hacer que te sientas más feliz.
Los alimentos más comunes para producir este efecto adictivo incluyen chocolate, soja, productos lácteos y el trigo.