¿Alguna vez has estado tan cansado que no tenías ganas de hacer nada? ¿Momentos en lo que no tenías ganas de hacer nada aunque fuesen cosas que antes sí que disfrutabas? Hay personas que incluso pierden la motivación para seguir viviendo la vida. Quizá estos sentimientos no los has experimentado tú pero conoces a alguien que lo haya experimentado en algún momento de sus vidas. Hay quienes confunden estos sentimientos con pereza o apatía, pero en realidad esta falta constante de fuerza de voluntad puede ser un síntoma de tener abulia.
Si no sabes lo que es abulia, es necesario conocerlo. Porque solo con el conocimiento podrás saber si realmente puedes estar padeciendo esta afección y si es así, es necesario que busques no solo diagnóstico, si no también tratamiento para mejorar tu calidad de vida cuanto antes.
Abulia en adultos
La abulia se conoce también como un trastorno de motivación disminuida, aunque no se reconoce como un trastorno o enfermedad mental sí es un trastorno neurológico. La abulia es un trastorno de la motivación. Las personas que experimentan estas experiencias no quieren participar en ninguna actividad, incluso se niegan cuando les dicen que unan a diferentes actividades.
Las personas que experimentan abulia no quieren participar en actividades, no tienen voluntad para hacer nada que no sea hacer nada. No quieren salir, no quieren hablar… aunque el mutismo suele ser en casos raros o más graves, la abulia es muy común.
En muchas ocasiones es complicado distinguir el trastorno en las personas por la falta de comunicación que presentan y por su apatía. Sobre todo, en personas con edad avanzada es más complicado de diagnosticar porque se piensa que por la edad, es posible que la persona quiera estar más tiempo solo para relajarse, aunque en realidad puede ser abulia. La abulia se encuentra en como síntoma en diferentes trastornos psicóticos como la esquizofrenia.
Abulia en niños
Aunque el número de casos infantiles de abulia no está claro por el difícil diagnóstico, los médicos advierten cada vez con más fuerza a los padres, de que este síntoma es peligroso. Es necesario que los padres presten atención al comportamiento de sus hijos y ante cualquier cambio en el comportamiento, habría que tomar medidas.
Muchos padres piensan que quizá sus hijos solo están cansados o que es un perezoso… Pero en realidad, puede ser algo más peligroso que esto. Es imprescindible estar atentos a los síntomas y ser consciente de que además, la abulia puede ser hereditaria. Si alguno de los padres ha tenido abulia en la infancia o en la adultez, también puede ocurrir en los hijos.
Generalmente se manifiesta en niños muy pequeños como niños muy calmados, que ‘no se portan mal’, que ‘no lloran’, que no juega mucho. Estos síntomas pueden manifestarse más agravados en el futuro.
Síntomas
La abulia es un déficit en la motivación de las personas y suelen tener un síntoma común: la falta de voluntad para hacer las cosas. Apatía generalizada. Suelen tener emociones ‘planas’, una expresión facial neutra o sin expresión… las emociones brillan por su ausencia. La gravedad del trastorno puede variar de una persona a otra, ya que puede ser de una apatía leve hasta un mutismo grave.
La apatía en las etapas más leves puede notarse como una falta de motivación a través de conductas, pensamientos o mentas. El extremo más severo, como lo que te hemos comentado en el párrafo anterior, puede aparecer el mutismo o mutismo cinético (cuando una persona no se mueve ni habla, ni tampoco se comunica con las personas debido a la falta de motivación o voluntad de hacerlo).
Las personas sienten en muchas ocasiones que se sienten en una lucha constante al tratar de evitar la comunicación… aunque las personas que tengan a su lado sean personas cercanas para ellos. Todo esto les puede hacer tener una pérdida de felicidad en las actividades cotidianas. Depende de los niveles y la gravedad de la abulia, la falta de voluntad y motivación puede combinarse con falta de movilidad.
Otros síntomas característicos son la pasividad ante cualquier cosa o la falta de preocupación y otros:
- Falta de espontaneidad
- Lejanía emocional
- Indecisión constante
- Masticar alimentos sin tragar (masticar demasiado tiempo)
- Aspecto desaliñado
- Aislamiento social
- Pausas largas al hablar
- Bajos niveles de higiene
- Déficits nutricionales
- Falta de voluntad para hacer de comer o comer
- Emociones que se desvanecen
- Mutismo
- Mutismo acinético
Tipos de abulia
Existen diferentes tipos o categorías de abulia, los más conocidos son:
- Hiperbulia. Trastorno con hiperactividad
- Hipoabulia. Disminución de motivación para tomar iniciativas
- Parabulium. El comportamiento de la persona se desvía de lo que se considera ‘normal’ y socialmente aceptado.
Por qué ocurre
La abulia tiene causas variadas. Suele ocurrir por lesiones frontales en el cerebro, en los ganglios nasales o en cualquier otra zona que esté vinculada con la motivación, los movimientos o la voluntad. Estas lesiones pueden ser causadas por trastornos y enfermedades, y también por accidentes cerebrovasculares o traumatismos en la cabeza. También puede ser debido a:
- Anemia
- Hereditario
- Sífilis
- Estrés prolongado
- Indefensión
- Desesperanza
Tratamiento
Una vez diagnosticado el trastorno por un profesional de la salud mental se deberá tratar el caso teniendo en cuenta los síntomas y la gravedad del mismo. Puede tener varias opciones de tratamiento. Algunos pueden funcionar bien para unos pero no para otros, la persona deberá saber qué es lo que le va mejor y qué no. Todo dependerá del paciente y de su mentalidad.
Normalmente se administran medicamentos con dopamina y para ayudar al sistema nervioso central. También se ha visto exitosa la terapia cognitiva conductual para tratar a pacientes con abulia. Capacitar a las personas para que piensen con mayor claridad y que entiendan la importancia de la vida y que puedan superar este trastorno desgarrador para volver a tener calidad de vida y el control de sus acciones y emociones. Podrán salir de ese limbo de falta emocional que en realidad les encadena a una realidad que no es suya.
Si crees que puedes tener abulia o alguien quien conoces o tus propios hijos podrían estar padeciéndolo, entonces… ¡busca ayuda profesional cuanto antes!