2 actitudes que ayudan a vivir mejor el presente

Ciertas actitudes y sentimientos pueden ayudar a vivir más en el presente y a aceptar con gratitud el paso del tiempo:

El amor

Hay una secreta etimología latina de la palabra amor: amors, no muerte. Frente a los cambios físicos y el sufrimiento psicológico que el paso del tiempo puede ocasionar, el amor constituye un bálsamo e incluso una suerte de antídoto.

Cuando amamos, la experiencia de lo vivido adquiere un sentido especial. Por eso es bueno sentir amor, en la medida que sea, no solo hacia quienes tenemos afecto natural (familiares y amigos), sino también hacia personas que no conocemos (especialmente niños y ancianos), animales, plantas o incluso lugares y objetos. No se trata de amor pasional, claro, sino de una mezcla de aprecio, respeto, complicidad y cariño.

Primero hay que ejercitarse, pues el ego no está interesado en ello, pero luego puede convertirse en una actitud espontánea que hace la vida curiosamente más placentera. No es tiempo perdido aquel en el que se ama.

El sentido del humor

También el sentido del humor nos libera por así decirlo de las ataduras del tiempo. Con alegría y un poco de sana ironía se alivian las penas, y los problemas parecen menos graves.

Reírse a veces de las situaciones absurdas que a menudo suceden -como hacen los chistes o películas cómicas- es una manera de tomar distancia respecto al mundo exterior y el miedo a lo imprevisto, incluso a la muerte.

Reírse, también de uno mismo, es bueno para la salud y alivia del peso del exceso de seriedad, del «sentido trágico de la vida» que a menudo cultivamos.


Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*